domingo, 29 de diciembre de 2013

Santa can you hear me?

 Tengo que aceptar que no soy fanática de las fiestas. Sé que, siendo hija de la compulsión navideña, esto es más que raro. Pero empiezo a creer que tengo un pequeño grinch interior.
 Los shoppings se llenan de no habitúes, las marcas se quedan sin talle S, todo tiene mayonesa y se necesita reserva hasta para comprar coca light en el chino.
 El mundo brinda por todo, mágicamente aparecen sidras que se multiplican en cualquier situación y lugar y suenan villancicos de prosperidad y búsqueda del amor eterno en todas las esquinas.
 Pero este año me pasó algo extraño. Perdí absolutamente todas mis tradiciones, TODAS. Desde la gente, hasta el turrón específico que comía entero sola. Desde la caja navideña, hasta mi lema de estrenar ropa. Desde las llamadas de las 12, hasta el regalo navideño.
 Y la sensación que tengo es ese sentimiento de extrañeza que sentimos cuando nos levantamos en un lugar que no es el nuestro y tardamos en darnos cuenta dónde estamos (O con quién...lo cual sería mucho más grave). 
 Entonces Navidad y Año nuevo entran en "La lista". En la lista que hice sobre los momentos que tengo que transitar para sacarles el sabor de las tradiciones. 
 Pascuas, Cumpleaños, Navidad, Año nuevo, Aniversarios, San Valentín, Vacaciones, Los Oscar, El mundial...Los Campeonatos de God knows what, los Cambios de estación y hasta los estrenos de temporada de Game of Thrones.
 Porque de alguna extraña manera mi cabeza elucubró esta teoría de que todo lo que tengo que hacer es transitar de a uno esos momentos, y cuando todos hayan pasado voy a poder decir "El año pasado". Y la barrera del "año pasado", va a hacer que todo se sienta más lejos y que de alguna manera nuevas tradiciones se empiecen a gestar.
 No sé si es pensamiento muy científico, pero en mi mente tiene sentido y estoy 77% segura de que podría llegar a funcionar.
 Mientras tanto mi plan consta de ir a Zara a comprar el regalo que Papá Noel no me trajo. No lo culpo, no escribí carta y creo que hasta lo maldije cuando en Kosiuko no quedaba el short que quería en mi talle.
 Este año quiero un vestido blanco para usar en año nuevo. Pero creo que el año que viene voy a pedir más sesiones de terapia y nuevas tradiciones. No pido la paz mundial, porque creo que tengo que empezar por mi paz interior; y fue un año difícil, tengo derecho a ser narcisista.
  Creo que el mundo va a volver a girar cuando se cumpla "la lista"...Lo sé porque ya hay señales de un buen 2014, como el retiro de Justin Bieber de la música y mi esperanza de que Mac Donald´s relance el conito de chocolate.


Jaque al Rey...

            Hace tiempo empecé a experimentar una sensación. De esas que nacen del medio del esternón y te contraen como si fueras a echar...