martes, 22 de julio de 2014

Solo tus canciones me parece escuchar...

 Cuando era chica escribía canciones de todo lo que me pasaba. Canciones sobre no querer hacer la tarea, sobre el chico que me gustaba, sobre pelearme con amigas o lo que le iba a pedir a los Reyes Magos. Y lo hice hasta hace algunos años, porque para mí escribir siempre fue una forma de tramitar y cristalizar a la vez.
 A  veces no sé cómo sentirme en el caos, y entonces escucho música. ¿Les pasó alguna vez? Creo que ya lo había expresado, esa idea de tener una canción para cada momento.
 Pero es más que ponerse en contacto con lo que uno siente, a veces es ponerse en contacto con el deseo de un estado futuro. 
 Cuando no sé cómo explicarle a mi psicóloga qué me pasa, a veces uso analogías o referencias musicales. Suelo traducirlas, porque todavía no llegamos a esa conexión donde me permito hablarle un tercio en castellano, un tercio en inglés y el otro en mi propio idioma. 
 "Deseo y temo a la vez, ese momento en el que llegue a sentirme como Carrie Underwood en su canción Good in Goodbye". Y entonces tuve que explicarle de qué hablaba, porque aparentemente soy la única argentina en contacto con esta artista country.
 Me gusta la música country, porque es un género que suele tener letras con mucha historia. Estos autores encuentran la forma de que una historia entre en ocho estrofas y tres notas. Es un poco como la vida, que entra en unos años y tres sentimientos.
 Y le cuento sobre otras historias, que en su momento quemaban con una actualidad que se grababa en una sensación de "para siempre" y, hoy, son  lindos recuerdos. ¿No podemos empatizar todas con eso? Piensen en el primer chico que les rompió el corazón. Ese chico con el que soñaban vivir en el campo y con el que pensaban que ser adultos era tener 30 años (que eran sinónimo de tener 50 cuando teníamos 15). Finito, acabado=heartbroken. ¿Resultado? Desolación insalvable que asumieron iba a ser su compañía eterna. ¿Y hoy? Es un contacto en facebook, o un extraño en la vereda..."Y hoy me importa una mierda".
 Entonces le cuento la historia de Carrie Underwood. Que, para ser honesta, me pone un poco nostálgica, pero también esperanzada. Porque cuando ella canta sobre el "Good" en "Goodbye", cuenta desde el futuro, lo que uno no ve en el presente.
 Lo bueno del adiós, se ve en el tiempo. Y Carrie se cruza, como ex en el Alto Palermo, con alguien en South Dakota en un restaurant de su pueblo (Algo así como Lions en el nuestro, o El cuartito en Capital). Y ve cómo el tiempo hizo que una historia se convirtiera en dos. Porque el tiempo pasa para todos, y en las bifurcaciones nuevas cosas se construyen. Y, según esta cantante, el dolor deja lugar a la nostalgia mezclada con la sensación de que cuando un proyecto cae, otro se erige...y las despedidas a veces son necesarias. Eso es "Good in Goodbye". Bueno, eso adornado con que el otro está feliz con una hija y ella es una super estrella diosa con un super novio super estrella.
 "¿Cuándo pasa eso?". No lo de la super estrella, lo de ver el "good" en "goodbye". Escucho esa canción sabiendo que algún día va a pasar eso. Porque seamos honestas, todas tenemos un prontuario que respalda empíricamente esta canción. 
 "Yo quiero adelantar el tiempo y llegar a eso, que hablemos nuevas cosas, que me preocupe si me sale un granito o se me rompe una cartera. Pensar a dónde me voy a ir de vacaciones y no olvidarme de comprar pilas para el control remoto".
 La música refleja nuestro estado de ánimo, porque nuestro ánimo controla nuestro Ipod. Me pregunto si podemos alterarlo artificialmente conectándonos directamente a Lady Gaga, pero estoy 86% segura de que va a ser un experimento fallido.
 Tengo miedo de cristalizar demasiadas canciones en una historia. Eso significaría tener que renovar mi discografía íntegra cuando haya llegado al momento que decidí llamar "Carrie Underwood State", o "lo bueno en el adiós". 
 Y me pregunto: ¿Cómo es el proceso de duelo de los  hombres? Porque en mi fantasía es juntarse con los amigos a comer picada e intercalar algunos momentos de silencio con anécdotas de Maradona. O darse una palmada en la espalda que dé paso a una serie de gastadas interminable. Pero ¿Y cuando están solos? ¿Escuchan canciones tirados en la cama? ¿Escriben canciones? ¿Lloran o esbozan un puchero? ¿Piden consejos a los amigos antes de mandar un e mail? ¿Chequean conexiones a Whatsapp? 
 "Nosotras tenemos que ocuparnos de lo que te pasa a vos". Bueno sí, pero yo quiero saber qué hacen los demás. Porque, seamos honestas con nosotras mismas y no seamos tontas; si funciona, hay que copiarlo. La imitación de conductas superiores es clave en la supervivencia. ¿O el infante no empieza a aprender por imitación? Piaget nivel inicial.
 Escucho canciones, escucho canciones y escucho canciones y "no encuentro escritas las soluciones"...."mojan (el) recuerdo, y después se van". Y no "vuelven hacia atrás", yo vuelvo hacia atrás.
 Y es que así es la vida para nosotras hasta que descifremos esa forma más evolucionada del duelo...repetir, tramitar hasta que "Good in goodbye". 
 ¿Cuántas canciones más voy a gastar? Porque ya llegué a Daniela Herrero, no queda mucho resto.


2 comentarios:

  1. Te veo más asociada al tema Psycho Killer de Talking Heads

    ResponderEliminar
  2. No estaría en mi repertorio actual, lo voy a buscar anónimo.

    ResponderEliminar

Jaque al Rey...

            Hace tiempo empecé a experimentar una sensación. De esas que nacen del medio del esternón y te contraen como si fueras a echar...