domingo, 11 de agosto de 2013

No has aparecido, me falló el instinto.

 A veces me pregunto cómo funciona el canal que ayuda a que lo que pienso se transforme en realidad. Me lo pregunto sobre todo en días como hoy cuando a las cuatro de la tarde pensé: "Voy a tomar mate y comer tostadas", y automáticamente después de pensarlo fui a comprar un sandwich de jamón y queso y Lays sabor hamburguesa (Las cuales superaron mis poquísimas expectativas).
 Este fin de semana me sorprendió. El balance diario dio negativo todos los días, pero la multiplicación de negativos siempre termina dando positivo. 
 Me sorprendí a mi misma cuando, después de cursar 8 horas de Rorschach el Sábado y prestar atención a un 2% de la clase con un 33% de mi cerebro en funcionamiento y el resto navegando por recuerdos e ideas extrañas, resolví bien el 100% de los ejercicios del final de la clase. ¿Podría ser que la frase más trillada se transforme en mi caso en "Desafortunada en el amor, afortunada en Rorschach"?
 Me sorprendí a mi misma hoy cuando decidí almorzar un muffin de chocolate en Starbucks antes de volver a Capital para dejar mi voto en una urna a una cuadra de mi casa. Obviamente a las cuatro de la tarde mi estómago me rindió cuentas y tuve que ir por una especie de merienda/almuerzo/trash food. 
 También me sorprendí a mi misma cuando fui más allá de mis límites y perfeccioné mi método de limpieza total de hogar de los domingos (Pongamoslo así: Si quisieran levantar algo con la boca de el suelo de mi casa, podrían. Y no solo no se ensuciarían, sino que se irían más limpios).
 Sea como sea, no importa qué tanto me sorprendan los eventos diarios; algunas cosas siguen igual.  Decidí que hoy era el día en el que descolgaba los cuadros de mi pared; porque honestamente las miradas de una banda de la que apenas si me sé un cuarto de canción no son lo mejor para mí en este momento.
 Caminé siete cuadras hasta Falabella y...¡estaba cerrado! No entiendo, ¿Falabella no entra en la categoría shopping? ¿Está el Cosmos intentando decirme que tengo que aprender a convivir con las miradas reprochantes de los Beatles en mi living? ¿Hice algo mal?
 La idea que tengo en este momento es que hacerme un baño de crema va a hacer que olvide que no pude comprar la nueva decoración de mi pared. Y mientras mi pelo se hidrata, tendría que elegir las fotos que van a ir en estos nuevos cuadros. Entonces pienso: ¿A quiénes incluir? Porque no quiero tener que descolgar nada más de la pared.
 Estuve leyendo mal algunas cosas de las que hago. Creo que este paso no se trata de tapar lo que falta o borrar lo que fue. Se trata de poder hacer algo con lo que queda y transformarlo en un nuevo espacio. Porque siento que dejar todo como está, es negar que algo cambió. No sé si terminó para siempre, pero sé que cambió.
 Es instinto. A veces pensamos las cosas demasiado, otras actuamos por instinto. Pero instintiva o no instintivamente, SIEMPRE esperamos algo. Es por instinto que hoy me puse el tapado y caminé a Falabella, o que en estos días dije algunas cosas y mandé algunas otras. 
 "No has aparecido, me falló el instinto". Y me falló Falabella, ni en los shoppings podemos confiar. Pensé que el instinto servía para sobrevivir...



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