viernes, 30 de agosto de 2013

I´ll be wearing these scars for everyone to see...

 Comiendo gelatina y haciéndome un baño de crema, así empieza mi viernes. Y no, no es un shot de vodka jelly. Podría serlo, si no fuera porque mi alacena pide a gritos que visite el super y lo único que queda en mi freezer son 4 bocaditos de pescado.
 Esta semana me dijeron que una marca que me acompaña hace poco posiblemente no se vaya más. "¿Crees que va a desaparecer?", le pregunté a mi Doctor. Y con la honestidad bruta que me regala en los 10 minutos que me presta cada 15 días me respondió: "Yo creo que no".
 Y, aunque lloré cuando la descubrí, esta vez me reí. Me reí porque mi médico es un maldito, pero en su clara falta de empatía me regaló una verdad. "¿Sabés las marcas que vas a tener a lo largo de la vida? Esta es una más, te vas a acostumbrar".
 Entonces me reí, cerré los ojos y respiré mientras aguantaba el dolor de microsegundos de su tratamiento que, aparentemente, va camino a la nada. Me reí porque esta temporada están de moda las vinchas y porque en realidad ya me acostumbré. Me reí porque quedan 6 semanas, porque sé  exactamente con la llegada de qué correo mi mente me marcó y porque en el fondo pienso que esta marca pronto va a dejar de necesitar un correlato físico que me recuerde que algo falta.
 La mente humana no deja de sorprenderme. Me sorprende cómo todo encuentra una forma de hacerse ver e invitarnos a pensar. Es como si lo que ignoramos se abriera camino y nos dijera "Estoy acá, ¿por qué no me das bola?".
 Me río. En estos meses aprendí a acostumbrarme a cosas peores. Y después de acostumbrarme, las reinventé. ¿Se trata de eso la vida? ¿De reordenarse alrededor de marcas de lo que va cayendo?
 Algunas personas ven solo los efectos de lo que uno es. No pueden ver las marcas atrás de lo que creen de uno. Peor aún, no pueden ver atrás de la cicatriz. 
 Pienso que estamos hechos de marcas. Significantes que nos hacen y que llevamos con nosotros. Me pregunto cómo se borra una marca (O un par); pero en el fondo sé que no se trata de borrarlas, se trata de conocerlas.
 "Todo el mundo tiene cicatrices, te vas a acostumbrar". Supongo que es verdad. Todos estamos marcados, algunos lo muestran, otros lo tapan con su placard, con vinchas; algunos con comida, otros sin comida. 
 El mundo es un desfile de consecuencias; son historias y no sufro por eso. Y, aunque no padezco, creo que tendría que haber clavado ese tenedor en la mano de alguien más cuando tuve la oportunidad, dejar mi firma en el otro también.
 Desfilan "marcas", y no estoy en el BAF Week. Supongo que mi gusto por la moda, no es tan literal como pensaban. Va más allá de Kosiuko, Ayres y Jazmin.

domingo, 25 de agosto de 2013

¿Crees que no queda nada en pie?

 ¿Alguien podría decirme por qué "Romeo y Julieta" es una historia paradigmática de amor? ¿Es porque él muere por ella? ¿Es ese deseo femenino de ser todo para el otro?
 El problema en esa historia para mí es que ella también muere por él. Creo que Julieta tendría que haber sido un poco más como los cóndores.
 Una vez, hace mucho tiempo, en un viaje a un lugar sin shopping; escuché algo a lo que le atribuí veracidad de dato de National Geographic. Básicamente lo creí al punto tal de nunca tener que googlearlo porque me lo dijo alguien vestido a lo Indiana Jones en una montaña.
 Mientras en mi delirio de abstinencia de Ciudad yo imaginaba un oasis con forma de Rapsodia, Indiana empezó a hablar de los cóndores (FYI: Son mi ave preferida). Aparentemente estos pajaritos viven en pareja y, cuando la hembra muere, el macho se estrella contra las montañas.
 Mi mente se reactivó al compás del cuento y me llevó a preguntar: "¿Y las hembras?". Shame on nuestro género, las "cóndoras" no lo hacen.
 ¿Será que nuestro poder de resilencia es mayor que el de los cóndores? ¿Será que no vale la pena estrellarse por nadie?
 Las historias se terminan, como se terminan las temporadas cuando cambian las estaciones. Los colores de moda declinan, y lo que estuvo en los mejores estantes de nuestro placard, se manda al fondo.
 Las temporadas llegan cuando no estamos listas. Se asoman los shorts cuando todavía morimos de frío, y los evaluamos distantes, aferradas a nuestros tapados y botas de caña alta.
 A veces las relaciones también se terminan cuando no estamos listas, y nos aferramos al sistema de audio de alguien más, mientras el mundo sutilmente sigue girando con polleras verde agua y estampados selváticos.
 Se asoman las nuevas temporadas y, aunque me prometí a mi misma no probarlas hasta Octubre; el aire se renueva. Y es que las colecciones son como las relaciones: Aunque siempre algo se conserva, a veces es  hora de darle lugar a lo nuevo.
 Los cambios de temporada siempre tienen un precio. El precio de hacerse de lo nuevo, de poder desprenderse de lo que ya no se usa y poder reinventarse en una nueva estación que propone desafíos diferentes.
 El precio de poder mandar lo que no nos queda bien al fondo del armario y encontrar un estilo propio. Es el precio de la búsqueda del calce perfecto.
 Se trata de elegir lo que nos queda bien, y no usar lo que se cruza porque nos queda cómodo. Se trata de evaluar lo que una quiere y necesita, lo que refleja lo mejor de una.
 Se trata de poder conciliarse con la idea de que algunas cosas pasan de moda. Las lágrimas por alguien, el helado "Sin parar", las extensiones, las uñas esculpidas de dos metros, las botinetas con flecos de Ricky Sarkany, las Spice Girls, la piel en absolutamente todas las capuchas, el verde manzana.
 ¿La gente también pasa de moda? Sí, creo que sí. Pero solamente la gente que no está destinada a estar en nuestra vida. Y algún día, cuando limpiemos el placard, nos vamos a dar cuenta que cambiar de temporada está bueno. 
 TG por la gente que es el equivalente al jean clásico, al tapado negro o a la pulsera dorada; porque ellos nunca van a conocer el fondo del placard. TG porque siempre queda algo en pie, aún cuando algo se termina, como esta temporada.


jueves, 15 de agosto de 2013

You call me up at 3 AM again.

 La situación es complicada cuando un jueves a la noche en vez de estar lista para un after, estás lista para dormir. Comer a las 8 PM es una mala decisión cuando no consideras las horas que quedan hasta las 12 PM que es cuando tu reloj biológico te deja siquiera considerar conciliar el sueño.
 "No dijo boludeces". Las frases por las que pago los viernes me persiguen en la semana. Y si no dijo boludeces, ¿qué dijo? Es increíble como de afuera las cosas se leen mejor. Como cuando una amiga sobrecarga su outfit, y una que está más separada de la decisión puede ver con claridad que usar vincha, pulsera, anillo Y collar es ir demasiado lejos.
 Quiero mandar un mensaje pero no con texto, sino con lo que siento. Qué raro que la tecnología no haya llegado ahí. Sería una mezcla de desamor, tristeza, pizca de optimismo, contractura y un tenedor que se clava en la mano derecha. En cambio cuando trato de traducirlo se me ocurre esto: 1."Hola". 2. "¿En qué pensás?". 3."Le hice un vudú a Boca". 4."Te extraño". 5."(Vacío existencial)".
 Odio cuando digo lo que quiero hacer y me dan el panorama de mis opciones. Un panorama seguido de un "vos hacé lo que quieras". Pero lo que quiero va seguido del castigo de Voldemort y toda la oscuridad de Mordor cayendo sobre mí.
 Y en tantas otras circunstancias yo sería la que da el panorama y desde afuera todo se vería tan claro. Pero lo que pienso está disociado de lo que siento. 
 Si mis sentimientos supieran escribir, estaría perdida. Lamentablemente para ellos, necesitan el procesamiento de mi cerebro que parece ser el único que conserva una pizca de razón. Bah, no sé si es razón o cansancio de lidiar su batalla obsesiva sobre el mismo tema desde hace más de 1440 horas.
 Mis auriculares pasaron por una tormenta fucsia que incluyó Taylo Swift, Reik, Mariah Carey, JB, JT, Thalia y hasta Belinda. En la calma llegué a Maroon 5 y un chocolate tamaño familiar de Nestlé.
 Últimamente las únicas llamadas que recibo son de Julio de telefónica, que quiere ofrecerme el servicio de internet. Y como ya agoté todos los oídos, vivo tentada de contarle esta historia. Porque sé que Julio me diría que haga lo que sienta, me diría lo que sea con tal de que compre el paquete de WIFI y Dios sabe qué más.
 Por ahí podría hacer un role play con Julio. Me pregunto si eso ayudaría. Él es alguien más, yo soy yo; son las 3 AM y las cosas se dan distinto.
 ¿Pero y si J me dice "Vos hacé lo que quieras"?. Le diría que no puedo. No puedo, porque los demás hacen lo que no quiero y porque, APARENTEMENTE, soy más histérica que obsesiva.

domingo, 11 de agosto de 2013

No has aparecido, me falló el instinto.

 A veces me pregunto cómo funciona el canal que ayuda a que lo que pienso se transforme en realidad. Me lo pregunto sobre todo en días como hoy cuando a las cuatro de la tarde pensé: "Voy a tomar mate y comer tostadas", y automáticamente después de pensarlo fui a comprar un sandwich de jamón y queso y Lays sabor hamburguesa (Las cuales superaron mis poquísimas expectativas).
 Este fin de semana me sorprendió. El balance diario dio negativo todos los días, pero la multiplicación de negativos siempre termina dando positivo. 
 Me sorprendí a mi misma cuando, después de cursar 8 horas de Rorschach el Sábado y prestar atención a un 2% de la clase con un 33% de mi cerebro en funcionamiento y el resto navegando por recuerdos e ideas extrañas, resolví bien el 100% de los ejercicios del final de la clase. ¿Podría ser que la frase más trillada se transforme en mi caso en "Desafortunada en el amor, afortunada en Rorschach"?
 Me sorprendí a mi misma hoy cuando decidí almorzar un muffin de chocolate en Starbucks antes de volver a Capital para dejar mi voto en una urna a una cuadra de mi casa. Obviamente a las cuatro de la tarde mi estómago me rindió cuentas y tuve que ir por una especie de merienda/almuerzo/trash food. 
 También me sorprendí a mi misma cuando fui más allá de mis límites y perfeccioné mi método de limpieza total de hogar de los domingos (Pongamoslo así: Si quisieran levantar algo con la boca de el suelo de mi casa, podrían. Y no solo no se ensuciarían, sino que se irían más limpios).
 Sea como sea, no importa qué tanto me sorprendan los eventos diarios; algunas cosas siguen igual.  Decidí que hoy era el día en el que descolgaba los cuadros de mi pared; porque honestamente las miradas de una banda de la que apenas si me sé un cuarto de canción no son lo mejor para mí en este momento.
 Caminé siete cuadras hasta Falabella y...¡estaba cerrado! No entiendo, ¿Falabella no entra en la categoría shopping? ¿Está el Cosmos intentando decirme que tengo que aprender a convivir con las miradas reprochantes de los Beatles en mi living? ¿Hice algo mal?
 La idea que tengo en este momento es que hacerme un baño de crema va a hacer que olvide que no pude comprar la nueva decoración de mi pared. Y mientras mi pelo se hidrata, tendría que elegir las fotos que van a ir en estos nuevos cuadros. Entonces pienso: ¿A quiénes incluir? Porque no quiero tener que descolgar nada más de la pared.
 Estuve leyendo mal algunas cosas de las que hago. Creo que este paso no se trata de tapar lo que falta o borrar lo que fue. Se trata de poder hacer algo con lo que queda y transformarlo en un nuevo espacio. Porque siento que dejar todo como está, es negar que algo cambió. No sé si terminó para siempre, pero sé que cambió.
 Es instinto. A veces pensamos las cosas demasiado, otras actuamos por instinto. Pero instintiva o no instintivamente, SIEMPRE esperamos algo. Es por instinto que hoy me puse el tapado y caminé a Falabella, o que en estos días dije algunas cosas y mandé algunas otras. 
 "No has aparecido, me falló el instinto". Y me falló Falabella, ni en los shoppings podemos confiar. Pensé que el instinto servía para sobrevivir...



viernes, 9 de agosto de 2013

Once upon a time, our world was on fire...

 "Where there is desire, there is gonna be a flame. Where there is a flame, someone's bound to get burned. But just because it burns, doesn't mean you're gonna die. You've gotta get up and try". A resumidas cuentas: Donde hay deseo, hay llama, alguien se quema, nadie va a morir, hay que levantarse e intentarlo. 
 No, no puedo contorsionarme como Pink en su video. A diferencia de ella carezco de masa muscular y lejos quedaron los días en los que dominaba mis acrobacias aéreas.
 Pero me pasa que su canción define parte de lo que siento y a la vez da un pseudo mensaje optimista. Tal vez no muera cuando mi blazer caduque. Tal vez mi blazer no caduque si lo cuido con las manías obsesivas que me caracterizan.
 ¿Es posible? ¿Es posible que algo te acompañe toda la vida? ¿O sería mejor preguntar si es necesario?
 Últimamente soy experta en apagar llamas para no quemarme. Supongo que por eso todavía no estrené mi nuevo abrigo de Zara o ese collar dorado que me mira desde la mesa de luz.
 La vida sería más fácil si pudiera haber fuego sin cenizas. O si en vez de fogatas pudiéramos funcionar como estufas de tiro balanceado. Cuando se apagan, se apagan; con el valor agregado de no manchar toda la casa por el humo.
 Creo que cuando el fuego se apaga, uno tendría que sentirse liberado. Algo así como ¿fresco? Pero no muerto de frío. 
 Sin embargo, cuando apagamos el fuego con la mano, el tiempo nos muestra las ampollas. 
 Dejé de hacer siete planes por semana, estoy en una dieta que incluye todo y solo excluye el chocolate, en abstinencia de shopping y leí 23 páginas de uno de los tres libros que me compré hace un mes. 
 Estoy tratando de mirar las ampollas y supongo que seguiré el consejo de Pink: "Get up and try try try". No sé qué intentaré, pero algo ya se empezó a mover.

jueves, 8 de agosto de 2013

We are stone hearts and hand grenades.

 Hoy empecé a pensar en lo difícil que es relacionarse cuando un vínculo se pone sobre la cornisa de una batalla. Vivir bajo el lema de "ojo por ojo"; implica que todo se calcule con la falsa ilusión de que cuando se esté a mano con el otro, uno se va a sentir mejor.
 Creo que no peleo mano a mano. En algunas batallas muchas veces escondo el puño, tal vez porque empiezo a entender que las relaciones no son una guerra.
 "Love is a battlefield", "Love is a game", "En la guerra y en el amor, todo vale". Por ahí se olvidaron de darme esa parte del manual. Bueno, en realidad se olvidaron de darme el manual entero.
 Estoy cansada de la cosmovisión depositada sobre uno. ¿Por qué no tendría que hacer lo que siento a veces? ¿Por qué tendría que fingir que está todo bien todo el tiempo? Cuando nos sobrestiman, el margen de error se transforma en cero. 
 No necesito entender todo. Mejor dicho, no se puede entender todo. El deseo de entendimiento total tiene que ver con una necesidad de control inminente. Y honestamente es aniquilador. Querer entender cosas que no se hicieron para el entendimiento es imposible. Es como buscarle sentido a que existan policías a caballo en el medio de CABA,  al hecho de que alguien en algún lugar del mundo pensó que los payasos eran divertidos o a por qué la gente se enamora de alguien.
 De dos no se hace uno decía Lacan. Pero entonces me pregunto ¿por qué cuando se separan dos se puede hacer menos que uno? Y no, no es porque se llevó los vasos; tiene que haber algo más.
 No hay explicación al deseo, entonces ¿por qué insistimos en preguntar tanto? Tal vez para entender cómo nos paramos frente a ese deseo, pero son los menos los que pueden llegar a ese análisis. 
 Si las relaciones fueran un poco más como entrar a Zara, todo sería más simple. Sería algo así como el martes a la tarde. Entré, caminé entre la oferta y lo ví. Al fondo del salón el blazer azul y dorado corte peplum más lindo de la temportada estaba colgado en talle XS para que yo lo encontrara. Corte ideal+color+talle+precio razonable=Relación perfecta. Win-Win situation, donde ni siquiera hizo falta probar a mi compañero, una pareja hecha en el Cielo.
 Pero últimamente no puedo evitar sangrar por la herida porque, cuando algo nuevo como mi blazer aparece, en el fondo de mi mente estoy preparandome para cuando se vaya. Porque en el sentimiento de que nada es para siempre, no puedo ni empezar algo.
 Like stone hearts and hand grenades. No busco estar a mano, busco aparecer desde atrás de este lugar de "granada". Porque en las heridas nos convertimos en armas de guerra, donde no hay nada por lo cual pelear. Mi contador está en cero y espero que mi nuevo abrigo sea gentil cuando sea la hora de dejarme.
 No es una guerra, no veo así el amor. Pero entiendo que algunos lo vean como una batalla, porque es una colisión. Hay una atracción que no tiene lógica, y después hay una fusión..."in the end we are just two people destined to collide. We are stone hearts and hand grenades".


miércoles, 7 de agosto de 2013

You know you look too damn good to be crying.

 OK. CLARAMENTE Mariah Carey no es el mejor lugar para refugiarse, teniendo en cuenta su desastrosa vida amorosa y tendencia a canciones de nasty break ups.
 Simplemente quería vivir la historia del videoclip por una vez en mi vida. Pero a veces el camino nos tiene preparado otro video, y llegamos a "Crybaby". Lo bueno de este pit stop es que tal vez se destape mi lagrimal izquierdo y que hoy creo haber elegido un outfit merecedor de aplausos.
 "Crybaby" es la típica canción donde Mariah refleja a la perfección el arte de fingir seguir adelante, sin hacerlo realmente. "On my tippy toes, so that he won´t know, I still cry baby over you and me".
 Necesito que Snoop Dog me acompañe durante un día de mi vida y haga un rap sobre estas cosas incongruentes y hasta ¿graciosas? que me pasan. Porque, más allá del mensaje que me acaban de mandar proclamando que no tengo que "entender todo", últimamente no entiendo nada. Y sería excelente agregarle estilo a la vida con un rapero vestido en composé con mi vestido de plush negro y puños blancos.
 Y no esperen que rapeé, not my style. Pero me imagino que cuando estos cantores en rima de la vida crean sus historias, lo hacen basándose en tips que les dan las protagonistas para la canción.
 Entonces se me ocurrió darles algunas claves para este video de "Un día en la vida de...".

- Me levanté a las 3 am, a las 6 y a las 7. 
- Superé mi adicción a la Cepita de Naranja (Duró un mes).
- Estrené una vincha de pelo plateada.
- Tuve que llamar a mi curandera para que resuelva mi mal de ojo.
- Me dijeron que no morían de amor por mí. 
- Escuché en repeat la misma canción 10 veces.
- Estuve envuelta en una cadena de mails circulares con aire de Dementors (Vean Harry Potter, no puedo explicarles todo).
- Me acordé que Zara está liquidando y solo pasé una vez.
- Me acordé que anteayer prometí no extender mi placard hasta Octubre y entonces cancelé el viaje de recreación a Zara.
- Me acordé que el viaje de recreación a Zara tapaba asuntos irresueltos.
- Y entre los asuntos irresueltos le presto algunas palabras que por ahi pueda usar para rimar con lo anterior: mails, indecisión, golpes bajos, helado marroc, remera corte peplum, auriculares fucsia, liquidaciones, Florida, Hegel, Jazmin Chebar, dos lágrimas, breaking up y making up.

 Sea como sea, me gustaría poder plagiar a Mariah para la canción de mi día: "OK, so it´s 5 AM and I still can´t sleep, took some medicine, but it´s not working".
 Y entonces Snoop cantaría mi rap y mi vida sería más transitable. Sobre todo porque sería un videoclip de 6 minutos tops, con el outfit perfecto y Adam Levine como mi coprotagonista. Por ahí tendría que incluir "Lived happily ever after" entre mis tips. 

martes, 6 de agosto de 2013

You´ll always be a part of me...

Si esto fuera una canción de Mariah Carey empezaría conmigo y el brushing más perfecto del mundo en una hamaca tarareando. Algo así como esto: http://www.youtube.com/watch?v=LfRNRymrv9k. Pero no lo es.
 Sea como sea, es el sentimiento de lo que Mariah me hizo sentir lo que quiero transmitir. Quiero hacerlo llegar porque pienso que encripté parte importante de este proceso que da un paso adelante y tres para atrás.
 En las sesiones que cierran mis semanas nunca falta la pregunta sobre si tengo flashbacks, si vienen a mi recuerdos o si lloro. Y la verdadera respuesta solía ser "No". No tengo flashbacks, mi memoria no pasa voluntariamente por ningún recuerdo y dejé de llorar en el día 3.
 También es verdad que veo partidos de fútbol que no entiendo de vez en cuando, paso por la sección de Filosofía de las librerías como si entendiera algo y se me tapó un lagrimal del ojo izquierdo. Presto atención al Facebook de Messi, puse libros donde siempre alguien dejaba libros y el corazón me late diferente cuando camino por la calle Florida.
 ¿Por qué hay que recordar? Mejor dicho, ¿por qué en mi intención de no recordar me llené de marcas?
 Entonces empiezo a acordarme de un montón de cosas. Porque la realidad es que en todo recuerdo importante me encuentro acompañada por él. Bueno, excepto en mi primera comunión o el día que aprendí a resolver ecuaciones con dos incógnitas.
 Creo que no quería acordarme porque procesar últimamente me cuesta más de lo normal. No quería acordarme del día que lo vi por primera vez o las primeras veces de todo con él. No quería acordarme que me dejó inventar mi "Medio cumpleaños", que nunca necesité aprender a tomarme la fiebre, que entendía que las milanesas eran la base de mi dieta, que a veces mis cables se cruzan por unos minutos y que mi gusto musical abarca todos los espectros más espeluznantes de la historia del pop.
 No quería acordarme que fue el único dispuesto a subirse conmigo a un auto cuando "aprendí" a manejar, que no le asustaba mi placard y que siempre aceptó mi amistad casi patológica con un caniche Toy de 13 años. No quería acordarme que a veces me sentía como Penny de "The Big Bang Theory" al lado de alguien tan inteligente (Lo cual es un GRAN halago, dado que I´m super smart).
 Y me sigo despertando a las 3 am. A veces no sé por qué, a veces porque tengo calor y entonces me acuerdo que tenía razón: Dos plumones y una frazada de piel son demasiado, incluso para alguien con grasa corporal cero. 
 Son muchas cosas las que no quería acordarme.  No quería acordarme porque cuando me acuerdo siento como si me faltara algo. No sé qué hacer con eso. Y ¿entonces? Hago lo que puedo y se me tapan los lagrimales.
 Es mentira que los objetos del deseo son intercambiables. Aunque sea es mentira que sea así como si nada. Porque nada se pierde para siempre, todo deja marcas antes de caer. 
 Yo nunca elegí al azar a nadie en mi vida, siempre aspiré a las mejores marcas. Y no creo tener un plan donde los personajes son secundarios al camino que uno sueña con ellos.
 Me cuesta pasar por el recuerdo algo que no veo en el pasado. Paso por canciones, o por pensamientos aislados de madrugada; es lo que me sale.
 Siempre vas a ser parte de mi...and I´m part of you indefinitely.



domingo, 4 de agosto de 2013

There´s a stranger in my life...


 "Carrie Bradshaw es emocionalmente inestable". No puedo creer que alguien haya dicho eso, sobre todo después de que pasé 3 horas comiendo helado de chocolate marroc e intentando inhalar parte de su sabiduría.
 Entonces me pregunto qué es ser emocionalmente inestable, porque parece ser una frase que me acompaña mucho esta semana. "Sos emocionalmente inestable". Aparentemente ni el efecto placebo de las liquidaciones puede mantenerme en una línea coherente.
 La inestabilidad para mi es una camisa que vi hoy que tenía el cuello y los puños rayados y el resto del cuadrillé más espantoso del mundo. Es pintarse las uñas con colores de verano en invierno, no saber cuántos accesorios son too much o mezclar dos perfumes diferentes.
 Entonces desde mi óptica no soy inestable. Pero aparentemente decir "sí" un día y "no" otro, es entrar en Unstable Land. Lo entiendo pero, por otro lado, pienso que mi estado de mujer en duelo tendría que darme una "Get out of jail" card para estas situaciones donde mis cables se cruzan y entro en la tierra de los "No sé".
 Sea como sea, no comparto que Carrie sea  inestable. No creo que ninguna mujer con acceso a un par de Manolos pueda ser una montaña rusa de emociones. Pienso que lo que algunos leen como inestabilidad es simplemente una falta de sincronía de momentos.
 "Siempre supo que quería a Big, y nunca se la jugó". Bueno, yo no lo veo así. Desde mi óptica, Carrie siempre estuvo a la espera de un hombre que no terminaba de decidir qué quería de la vida, mientras su reloj biológico corría y su placard se expandía. 
 ¿Podría ser que algunas mujeres nacieron para esperar al  hombre que no sabe lo que quiere? Es trágico porque cuando aparece alguien que sí sabe lo que quiere, ellas no saben cómo responder. Acostumbradas a leer entre líneas, a vivir con flashes del pasado y visitas relámpago. A discursos que se abren y cierran como el inconciente en pleno análisis. Cansador.
 De todas formas, excusas a un lado, no es inestabilidad emocional. Prefiero llamarle ¿"reorganización mental femenina"? ¿reacción defensiva contra la seguridad ajena?. Bueno, las cosas por su nombre: Inestabilidad transitoria hasta que vuelva a mí misma.
 Dudo que falte mucho tiempo para mi versión mejorada. Esa versión que no solo es excelente "estacionadora de auto" en los estacionamientos de los shoppings, sino que también puede acomodar perfectamente bien su vehículo entre dos autos en cualquier vereda. 
 Esa versión de mí que no escucha más Justin Bieber y tiene entradas para ver a John Mayer. Esa versión está en plena gestión.

Jaque al Rey...

            Hace tiempo empecé a experimentar una sensación. De esas que nacen del medio del esternón y te contraen como si fueras a echar...