domingo, 22 de marzo de 2015

Blank Space

 Domingo con sabor a sábado, pero espíritu de fin de la semana. Jeggings, medias de lana encima de los jeggings, corpiño y buzo de rapero gigante. Cola de caballo ubicada perfectamente en la coronilla, anteojos post lentes de contacto, una coca cola light por la mitad, una cerrada y mi manteca de cacao. Dos películas, una playlist de Taylor Swift y tres grupos de chat. Un poco de market research, dos neuronas dedicadas en paralelo a planear el outfit nocturno pseudo otoñal y un gran tema que sostiene el día: Dating en el 2015. Eso es el día pre-feriado para mi. 
 Citas en el 2015. Qué gran temática, ¿no? Y es que hace dos años, cuando reingresé en la escena de la soltería, esta situación me tenía preocupada. " Es como andar en bici, no te podés olvidar", " Es divertido, como estrenar ropa nueva", "Lo peor que te puede pasar es tomar un trago gratis, reirte de un mal chiste y volver a tu casa". Yo asentía a todo, disfrazando mi real preocupación. 
 ¿Es realmente lo peor que nos puede pasar,gastar tres horas con un extraño y tomar un trago exótico gratis? ¿Es la mejor opción elegir un trago exótico? ¿Nos dice algo del otro la elección de lugar, bebida, outfit? ¿Hay que aceptar todas las dates? ¿Es una cita parámetro de una persona? ¿Cuántas citas son necesarias para quedar fuera de juego? ¿Hay do´s and dont´s? 
 Hay do´s y hay dont´s. El mundo de las citas, es más complicado que el de la física cuántica. Definitivamente no es como andar en bicicleta o comer chicle. Sí, probablemente tomes algo gratis si tuviste un candidato que roza la caballerosidad; pero, ¿Y si no habla? ¿Y si toma un trago femenino como margaritas con perfume de jazmin? ¿Si entra usando un sombrero exótico o se ofende con tus chistes? 
 ¿Somos realmente nosotros en una primera cita? ¿Somos parámetro de lo que somos en ese primer encuentro sostenido por un andamio de ansiedad? No lo creo. 
 "La primera cita" empieza incluso antes de que ocurra, nace en la propuesta y muere en las conclusiones post salida. 
1) Te invita a salir, aceptás. 
2) Proponen fecha, hora, lugar. 
3) Grupo de chat de amigas: Se define-> A) Aprobación del candidato. B) Aprobación del lugar. C) Se consensúa tu outfit. Nada over the top, nada de entre casa (Como corpiño y  buzo gap). Algo simple, chic y casual. D) Preparación previa que oscila entre tus "¿Y si no habla? " ,"¿Y si me puse mucho taco y parece un hobbit?"," ¿Y si pregunta sobre religión, política o el horóscopo?", "Chicas creo que me bajo, quiero comer un cuarto de helado y ver una película de Justin Timberlake"; y las respuestas de tus amigas, que confluyen en un "No seas boluda", "Vas", "Si no habla te hago sonar el teléfono  y huís". 
4) Salís y transitas la cita con tu mayor grado de dignidad. 
5) Llegas a la madrugada y te reportas. "Estoy viva. (UPDATE DEL DATER)". 

 Y la cita no muere ahí, se prolonga en la incertidumbre sobre si te volverá a contactar, detrás de tu deseo de que A) Lo haga B) No lo haga. 
 Déjenme decirles algo, DATING es difícil, pero no imposible. ¿Es como andar en bici? Más o menos. El patrón suele replicarse, pero puede ser que te toque una bici sin asientos, sin manubrio o algún rayo roto. ¿Entonces? Hay que estar preparada para todo. 
 Descubrí que, después de un tiempo en la escena, una se vuelve un poco mejor en esto de conocer gente nueva. Sabés cuáles son tus mejores historias, tu mejor peinado y el calzado que te empareja a la media de la población del sexo opuesto. Sabés cuánto va a durar la cita después de un par de intercambios de palabras, sabés de qué tipo de cosas va a querer hablar por el trago que elige y si se van a volver a ver. 
 También aprendí que la vida no es como las películas de Justin Timberlake. Las primeras citas no sirven para enamorarse, sirven para intrigarse o para "amar de cara". No vas a saber el coeficiente intelectual de tu "dater", qué lo pone de mal humor o sus habilidades secretas por un encuentro. 
 ¿Entonces? Entonces me pregunto si es hora de adoptar una nueva regla. NO descartar en la primera cita. Y deformando el concepto de los tres deseos que ideó nuestro fiel amigo Disney, conceder TRES citas. 
 Tres citas para que el otro vea que nuestro pelo no es siempre perfecto, que somos adictas a la manteca de cacao, para que empiecen a surgir historias y anécdotas menos manufacturadas, que los dos puedan elegir lo que realmente les gusta tomar y elegirse aún cuando ya no significan tragos gratis.
 Tres citas para saber si lo que nos intriga, puede trascender y opacar lo que no nos cierra. Si somos "entrenables" en lo que no encaja naturalmente. 
 Tres citas para saber si es material de cita o de bootie call (Concepto totalmente digno de su propio post). Para saber si vamos a aplicarle la regla de los tres meses (Again, digno de su propio post) o solo amarnos de cara (Otro post). 
 Tres citas para saber si escribimos nuestros nombres en el espacio en blanco de las personas que circulan el mundo de las citas, si nuestra locura es compatible o si queremos seguir viendo Netflix y comiendo helado al ritmo de un grupo de Whatsapp. 
 Aceptar y transitar tres citas para saber si "the high, was worth the pain". Para eso tenemos un Blank Space, administrado por algunas reglas antes de poder completarlo. "I´ve got a blank space baby, and I´ll write your name". 


miércoles, 18 de marzo de 2015

Bad Reputation.

 En mi window shopping del día de hoy, una parada de colectivo capturó mi atención. No, claramente no fue el confort de la parada, un outfit o Ivan de Pineda, lo que robó mis ojos. Fue la confesión de una diva con la que poco me identifico, pero que me hizo pensar. 
 "Conozco tanto a los hombres que ya no me enamoro más". ¿De verdad? No pensé vivir para leer ese enunciado. ¿Es posible? ¿Cuántos hombres tendríamos que conocer para poder compartir la afirmación? ¿Parte esta conclusión de una extensa investigación de mercado? ¿Es posible abstraer características de "X" cantidad de hombres que nos permitan construir un "Los  hombres"?
 Aplausos para mi, que fui capaz de revisar todo Zara y procesar esta información a la vez. Un hobby para la confesora, porque poco le queda si ya no se enamora más. 
 Por la sanidad del género, siento que necesitamos el paper con la información específica de "los hombres" a los que se refiere. Pero, si lo pienso mejor, se me ocurre que si compartiéramos más información entre mujeres; esta persona no habría llegado a una conclusión errada. 
 ¿Es posible construir un "los hombres"? Empiezo a pensar que la necesidad femenina de categorizar a partir de una característica única coarta nuestras posibilidades amorosas. Es cierto que comparten algo, NO MENOR, pero ¿No es también posible que no compartan más que eso?
 Nos vivimos quejando de cómo nos etiquetan en nuestro género. Irónicamente gritamos cuando nos tildan de histéricas, de intensas o hiper sensibles. Nos ofende que Ricardo Arjona cante "De vez en mes", como si tener ovarios fuera "pintar rosas en la cama" de mal humor mensualmente (Estamos en el 2015 Ricardo, hay Ibu Evanol, superalo). Nos molesta cuando dicen que manejamos mal, que no entendemos de fútbol (Guilty) o que tendríamos que saber cocinar. 
 ¿Por qué crear una categoría única nosotras también? "Los hombres", por suerte, son muchos. Tal vez simplemente hay que empezar a diferenciar a partir de variables menos obvias. 
 Seguimos creyendo que existe un "los hombres", y les seguimos pidiendo información como si funcionaran en bloque. "¿Qué significa un like en Instagram? ¿Cuáles son los factores de una date exitosa? ¿Hay que activar, hay que esperar? ¿Le regalo un libro, un cd, una camisa?". Tomamos un referente, como si fuera réplica exacta del mercado. Pero, honestamente, dudo que compartan respuestas a todas nuestras preguntas. Estimo que estamos ante un mercado algo dinámico. Me atrevería a decir que lo único que deben compartir es el amor por Messi. 
 Decir que conocemos tanto a los hombres y por eso no nos enamoramos más; es como decir que conocemos tantos zapatos, que preferimos ir descalzas. ¿Es posible? No. ¿Sería bueno? Sería más barato; y algo peligroso, hay muchos objetos cortantes en la calle. 
 ¿Por qué cristalizar las posibilidades románticas en una categoría demasiado amplia construida con una muestra poco significativa? El mundo de los zapatos es super extenso. Suecos, stilettos, chatas, sandalias, alpargatas, zapatillas, ojotas, bucaneras, Hunter boots, plataformas. Que necesites curitas para calzar un par, no significa que todos te vayan a incomodar o que tengas que andar descalza el resto de tu vida. 
 ¿Entonces? Entonces creo que tendríamos que dejar de sacar conclusiones sobre investigaciones inacabadas y definitivamente esta diva tiene que ampliar su gusto en "zapatos". Tendríamos que poder salir de la categoría "Las mujeres", para recuperar nuestra reputación que, en esa parada de colectivo, hoy no fue la mejor. 




Jaque al Rey...

            Hace tiempo empecé a experimentar una sensación. De esas que nacen del medio del esternón y te contraen como si fueras a echar...