viernes, 22 de noviembre de 2013

He is a good time Cowboy Casanova.

 "Sos la pibita". Es la frase que resume el mensaje de uno de los gurús de mi actualidad. 
 Y el concepto está lejos del glamour de Julia Roberts en "Mujer Bonita". Aparentemente es el sinónimo del término "chongo" de las mujeres (Chicas suena super grasa, busquemos sinónimos) para los hombres.
 Y, también aparentemente, no se vuelve de ser encasillada en "la pibita". Suena muy "María la del barrio" o "Cholito"...y no me gusta. Yo no quiero ser "pibita", a lo que mi gurú me responde "Lo sos". Y entramos en un ida y vuelta de "No´s" vs. "Sí´s".
 Entonces pasé el día pensando en "los pibitos". Y pienso que nadie los describe mejor que Carrie Underwood.  Son ese perfil de lindo envase donde vetas de psicopatía se mezclan con actitudes cancheras.
 Y no puedo evitar pensar que si estuviéramos en Texas serían el prototipo de vaquero apoyado contra una rocola guiñando el ojo hacia la mesa de pool y tomando shots de whisky. 
 Bueno, no estamos en Texas; pero algunas aristas se repiten. Emergen en la noche, probablemente después de las 10 PM, guiñan un ojo y no tienen una pizca de romanticismo o caballerosidad.
 Y mientras la parte inteligente de nuestro cerebro dice "Yeah right, you wish", el sector más lábil gana de mano y para cuando terminas de pensar la frase ya armaste el outfit perfecto.
 Outfit que, por cierto, a los vaqueros contemporáneos no podría importarles menos. ¿Por qué en nuestro deseo de capturar al sujeto, nos convertimos en objeto?
 "Dependiendo la calidad del objeto, se puede soportar al sujeto". Bueno, tal vez tenga que conciliarme con que mi gurú tuvo su época de Cowboy Casanova. 
 Sea como sea, ¿es ese deseo femenino incesante de superación  el que nos hace caer ante botas texanas? No lo sé. ¿Es posible la paz mundial? Porque estaríamos básicamente haciendo la misma pregunta sin sentido.
 Pienso que las situaciones pueden ser divertidas mientras tengamos en claro ciertas aristas. 1) No somos Julia Roberts, no nos van a llevar a Louis Vuitton o Hermés con una tarjeta dorada. 2) Es una categoría de la que solo las verdaderas gladiadoras podrían llegar a salir. 3) Los caudales de conversación están de luto. 4) Ambas partes sucumben al anonimato de las categorías. Sos "la pibita".
 Pero bueno, vean el lado bueno. No hace falta que se peinen o piensen cosas graciosas o inteligentes para decir. No hay que usar rimmel y pestañear de más y pueden usar su perfume no preferido y shorts de jean. 
 No voy a darles tips, porque los considera muy inteligentes. Pero sí me gustaría dejar clara la definición.
 Good time Cowboy Casanova = A snake with blue eyes that only comes out at night. Busquen actividades diurnas chicas, you are gonna need them.

domingo, 17 de noviembre de 2013

In my skin-tight jeans

 Ayer tuve un momento muy Serendipity...porque "pueblo chico, infierno grande". Y mientras me recordé a mi misma que el destino no existe, y que solo hay casualidades; lo dejé pasar. Y, como el universo es sabio, obviamente a la tarde TNT pasó la película.
 ¿Cuáles son las probabilidades de que escribas tu teléfono en un libro y el otro lo encuentre unos meses después en una tienda de libros usados? ¿Cuántas chances hay de que un billete de 5 pesos vuelva a vos con el número de un desconocido?
 Creo que es poco inteligente pensar así. Como cuando en la primaria girábamos la chapita de las latitas de Coca Light cantando el abecedario, y si te tocaba la primer letra del nombre del chico que te gustaba; entonces se te iba a dar.
 Aunque las estadísticas no son mi fuerte, estimo que las probabilidades de un Serendipity moment, son poquísimas. ¿Entonces? Los dejo pasar.
 Pero empiezo a pensar en los momentos que no dejo pasar. Y, aunque no soy la típica psicóloga con complejo de Freud wannabe, no puedo evitar analizarlos.
 No puedo evitar avanzar por la vida con la idea de que cuando algo te gusta, hay que conseguirlo. Y encontrarme con estrategas, me desconcierta un poco. Porque entonces es inevitable una colisión de maniobras, avances y retrocesos.
 Empiezo a entender el éxito de las histéricas. Las apariciones inaccesibles no hacen más que captar el capricho ajeno. 
 Pensé que las dinámicas contemporáneas eran un poco más casuales. Pensé que se trataba de transacciones simples donde A quiere algo, B lo mismo y simplemente se concreta el negocio y se ve dónde lleva.
 Aparentemente no es así. Y dudo sobre si se trata de un juego histérico que no lleva a nada, o es simplemente una forma interesante de conseguir algo que uno puede querer.
 En conclusión no logré analizar nada. Simplemente llegué a un lugar donde me desconcertaron. Y ¿entonces? Compré un jean...
 Porque aún cuando los hombres piensen que pueden sacarnos ese papel histérico en los approaches, hay vértices del juego que siguen en nuestra cancha.
 Y es justo, ¿o no? Digo, porque sino el karma haría que nosotras controláramos las Plays y tendrían que escucharnos cuando opinamos de fútbol. Pero eso no pasa.
 En teoría la respuesta es simple siempre que no medie la tecnología; jeans, minis y remeras. 
 Aunque, en teoría también, Elvis sigue vivo y el flúo está in. Así que no se ilusionen.
 Sea como sea, "I´ma get your heart racing in my skin tight jeans" es la maniobra más eficaz a la que pude llegar con el resto de cerebro que quedó activo después de mi Serendipity moment y una alta exposición al sol del mediodía.
 Y si no funciona, al menos van a tener brand new super skin-tight jeans en sus placards.



domingo, 10 de noviembre de 2013

Casually cruel, in the name of being honest.

 A veces pensamos que las historia no funcionan por falta de honestidad con lo que uno y el otro quieren. Y así culpamos a falsas promesas o gestos inadecuados de que algo caiga.
 La realidad es que muchas veces no sabemos leer lo que le pasa al otro. Y tantas otras cuando es claro y nos lo dice, directamente no queremos procesarlo. 
 Pero los momentos en los que los otros saben a dónde van, son los menos. Porque, seamos honestos, empiezo a creer que casi nadie sabe realmente lo que quiere.
 Tal vez el mundo haya caído bajo el manto gris del síndrome de "gata flora". O tal vez sea que uno no puede anticiparse a todas las situaciones, y a veces simplemente hay que transitarlas para elegir a dónde ir.
 Y entonces empiezo a preguntarme si "He is not that into you" fue realmente una lección de vida para nuestro género, o simplemente un distractor que logró rozar todos los clisés que nos caracterizan.
 Me pregunto también por qué hay tantos protocolos a seguir en el mundo de la soltería. Creo que los inventamos nosotras mismas, porque los hombres a los que les pregunto no parecen tenerlos claros. Entonces armamos combos sobre tiempos para esperar cada paso o reacción del otro.
 Me cuestiono también si tenemos que seguir al pie de la letra cada consejo de esta película que en pocos años ya entró en el ranking de mentoras de vida. ¿No será que tenemos que tomar control de los momentos?
 ¿Qué te dijo? ¿Qué hizo? ¿Qué no hizo? Y de repente hay que andar tomando nota por la vida, o reconstruyendo a ojo momentos. Si es "A", esperá tres días, si es "B" no esperes y si es "C" olvidate. "No hagas nada", "Hace todo", "Tomá helado".
 ¿No sienten a veces que la vida se ahoga en consejos? Terminan siendo puntos de vista, donde perdemos el nuestro. Porque al final del día, pienso que no hay protocolos. Si los hubiera, todos los hombres me darían la misma visión...y no es algo que suele pasar.
 Siento que si acortáramos los protocolos, nos ahorraríamos pérdidas de tiempo. Aún cuando en el nombre de ser honestos, termináramos siendo crueles.



domingo, 3 de noviembre de 2013

Invisible

 En 1998 cuando Internet era un misterio, Google un extraño oasis e ICQ estaba fuera de los planes; ¿para qué usábamos la web?
 Yo la usaba para buscar las letras de las canciones de mi, en ese entonces, nueva ídola: Britney y para mandarme mails con algún colombiano adolescente (Or so I thought) vía Outlook.
 Y así los pen-friends de 5° grado se convirtieron en mail-friends. "¿En qué grado estás? ¿Qué hacés los fines de semana? ¿Tenés mascotas? ¿Cuál es tu canción preferida?". No se mandaban fotos, no había cámaras digitales y escanear fue, y es, una fiaca.
 Y en un rapto retro, se me ocurre comparar esa escena con Blind dating.
 Una conocida recientemente acercada a la soltería, decidió probar esa opción. No, no se trata de entrar a salas de chat de gente descorazonada cuya esperanza recae en un extraño con panza de cerveza y un bigote de chocolate del otro lado de la pantalla.  Se trata de las conexiones de la vida donde tu contacto llega al de otro, que el amigo de una amiga conoce.
 La contemporaneidad tecnológica hace el resto. Obvio que el stalkeo previo es clave en este proceso. Y, si tienen suerte, el chico tiene facebook, twitter, google + o salió alguna vez en el diario y es "encontrable" vía Google.
 Y entonces empieza una cadena de mails, what´s up, facebook chatting. Y caemos en esos lugares comumes para conocer al otro. Preguntándonos qué diferencia una amistad, de "algo" y dónde está el punto exacto donde las relaciones nuevas se convierten en una u otra cosa.
 Me pregunto si al principio siempre existe una conexión entre dos personas que se empiezan a conocer. Porque cuando la predisposición es buena, es inevitable que la energía también lo sea. Pero me cuestiono también si es posible cercenar la sinergia del face to face, de otro tipo de sinergia. Porque inevitablemente, el lenguaje no verbal y lo que somos físicamente también se pone en juego en las relaciones...sean el tipo de relación que sea.
 La espontaneidad se pierde a veces en la tecnología. Es una herramienta que deja demasiadas cosas libradas a la imaginación. Y la imaginación es un elemento que se presta mucho a la desilusión, porque suele subir las expectativas a niveles altos.
 Blind dating. Me pregunto si es una buena opción. Seguro es mejor que esas pistas donde Cupido se agazapa cual tigre al acecho sponsoreado por Bacardi y Campari. Pero las citas siempre son difíciles cuando son de a dos. Me pregunto si existe alguien capaz de ahorrar momentos de silencio incómodo, lo suficientemente inteligente y gracioso como para descontracturar transiciones complicadas.
 Blind dating...es como el amigo invisible de los adultos del 2013. Supongo que lo que tiene de bueno es la posibilidad de dar oportunidades antes de poder sumergirse en preconceptos. Supongo que lo que tiene de malo es que, como cuando se corta la luz, te podes golpear contra la mesa.

Jaque al Rey...

            Hace tiempo empecé a experimentar una sensación. De esas que nacen del medio del esternón y te contraen como si fueras a echar...