lunes, 28 de julio de 2014

Now you are standing just an inch from my face,,,

"A mi me parece que ustedes están demasiado juntos, para estar separados".

 Hoy me levanté pensando que no me importa nada Masterchef. No sé qué es, no lo vi y entra en mi lista de cosas que no voy a ver... como Forest Gump. Son esas etiquetas que inundan la web y hacen que uno se sienta un outcast, como no saberte la letra de la canción de moda. 
 Y mientras pienso esto, me doy cuenta que estoy congelada. Y reflexiono sobre cómo, mientras más tiempo pasa una encerrado, más se congela. Entonces agarro el control remoto de una de las pocas cosas que podemos controlar y ¿saben qué? Shame on me, el aire estaba en "frío". 
 Me congelo, porque sin querer cambié el aire acondicionado de "frío" a "calor". Y me pregunto si cuando nos "congelamos" en otro sentido, no tiene que ver también con algún error de cálculo personal. 
 "Qué tarada, puse el aire en frío, con razón tenía piel de gallina". Frase que traslado a lo personal, cuando pienso que puse el ojo donde no puse la bala. Porque es una misma la que apunta a las situaciones. "Qué tarada, puse el ojo y no puse la bala". Con razón me quedé embelesada en circunstancias ajenas cual escena de telenovela. 
 Bueno, hoy paso de frío a calor; y saco la mira de donde rebotan municiones. Porque hay que aprender a dejar de apuntar a chalecos antibala. Es como enamorarte de un gay, querer cambiar el color de piel o despertarte sin frizz. Son cosas que solo Michael Jackson pudo lograr...y mi vida, de Michael, solo tiene Thriller.
 Y mientras imagino campos de batalla, porque el terreno sentimental es eso, un campo de batalla; pienso en Cupido otra vez. Un Cupido que dejó el arco y flecha, y usa un calibre 32.  Uno pensaría que el Invierno es temporada baja para esta especie de enano alado en pañales, pero parece no descansar. El problema es que no solo dejó el arco, también dejó el amor...y lo cambió por acercamientos pedorros de boliche.
 No entiendo las estrategias últimamente...y aunando comentarios y teorías de pares situacionales, hago agua en algunos puntos, y luz en otros. Entonces llego a "la estrategia masculina de boliche".
 Escena: Estás bailando, te das vuelta y (él) está a una pulgada de tu cara. Y me pregunto si en el imaginario social de su género eso funciona, porque honestamente el feedback que recibo (y que doy) es el mismo: Invasión de espacio físico y aliento muy cerca de mi cara (ughh).
 Opciones: A) Bailás sutilmente para atrás y desaparecés con gracia. B) Te hacés la que viste a alguien y te vas. C) Hablás con tus amigas. D) Sin sutilezas, bailas para atrás y movés la cabeza al ritmo de "No" (it ain´t gonna happen). D) (Mi preferida) Mueca de asco, le das vuelta la cara y cerrás la ronda. 
 Y estas estrategias físicas siguen. Es más que su cara a una pulgada de la tuya, son abrazos poco discretos, manos en caderas y frases que si se materializaran, serían aceite usado de Mac Donald´s.
 Pero ¿saben qué? No hace falta hacer mucho trabajo de campo para entender por qué estas tácticas siguen en el campo de batalla. ESTÁN RESULTANDO. ¿Por qué? Por lo que llamamos "minusas". Sí, esta especie está mal acostumbrando a un género que tiene las cosas muy fáciles. 
 Charla de baño: (Chica borracha, vestido del largo de un top de Barbie) "Me hago pis". (Yo) "Todas...cruzá las piernas que esta fila es más lenta que liquidación de Jazmín Chebar". Y entonces me empieza a contar su vida, entre tropezones e intentos de llevarse la pierna derecha a la cabeza cual contorsionista (Cross my heart) "Me apreté a uno del trabajo". (¿A uno?) "Boluda (ya eramos íntimas) ¿lo pensaste bien? El lunes lo tenés que ver...". "Sí". "¿Lo pensaste sobria, aparte de borracha?"...Entramos, me la encuentro de nuevo en el espejo, le hago un halago falso sobre su pelo rojo crayón Trabi y le deseo suerte cuando la realidad post boliche golpee su puerta.
 OBVIO que nos van a poner la cara a una pulgada de la cara, con la idea de que ni siquiera necesitan decirnos cosas lindas y coherentes. OBVIO que nos van a acercar de la cintura al ritmo de Nene Malo y OBVIO que no nos van a llamar. Si el pelo de crayón trabi está elongando en el baño y no piensa las consecuencias.
 ¿Saben cuál es la esencia del deseo? (Psicoanalistas abstenerse). Es la falta, un vacío que se va corriendo. Es poder posponer algo, hacerlo esperar...conocerlo. 
 La esencia del boliche es usar un short de sus Nenucos y elongar en la puerta del baño, dejar que les respiren en la cara o les midan la cintura. Lo expeditivo y fugaz viene en forma de "minusa".
 La esencia de la calidad, está en la retirada estratégica. Porque cuando te paras a una pulgada de mi cara, no te puedo ni mirar y no te pude ni desear. Por suerte  cuando "estás parado a una pulgada de mi cara, I know exactly how to shake you up". 
 Me gustaría decirles que podemos enfrentar fuego contra fuego, pero esto no es un video de Ricky Martin, y no quiero que terminen toqueteadas en algún boliche, como tampoco quiero ratificar esta estrategia pedorra del sexo opuesto. Cuando las minusas dominen la noche, yo voy a abrazarme a mi tapado de piel y retirarme con dignidad...Porque a una pulgada de mi cara, solo quiero cosas de calidad.

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