domingo, 23 de febrero de 2014

Something borrowed.

 "Veo pelïculas donde el amor triunfa"...Esa fue mi respuesta de domingo cuando un amigo me pregunto qué hacía. 
 VEO PELICULAS DONDE EL AMOR TRIUNFA??? Sí. Las veo sentada al lado de una bolsa de Zara y helado de granizado. 
 Culpo a mi Psicóloga. Estas son las cosas que pasan cuando mi terapeuta se va de vacaciones: Compro polleras, tomo helado, desvío mis recorridos en el auto, como papas fritas, stalkeo un poquito, veo la página de forever 21 y hago excels con la ropa que tengo que llevar a mis vacaciones. 
 Odio los domingos. Son esos días donde todo parece más desordenado y oscuro. Y hoy mientras reflexionaba y pensaba cómo transitar el último día de la semana, empecé a tratar de acordarme momentos donde efímeramente los domingos no parecieron tan sucky.
 Se me ocurrieron algunos eventos puntuales: Cuando fui al Parque de la Costa con amigos en 1999 (Solía ser una persona menos exigente), las veces que mi cumple cayó el día D, los estrenos de Gossip Girl y visitas a Zara. Pero no importa cuántas bolsas de Zara haya en mi habitación...los domingos más transitables fueron siempre esos donde estás enamorado.
 Hablo de amor del nuevo. No amor de estar en calzas y recalentar las sobras del fin de semana antes de exfoliarse la cara y acostarse a dormir. Amor de enamoramiento. Enamoramiento de querer peinarse hasta para mandar un mensaje de texto o estrenar una remera para caminar juntos cinco minutos. Enamoramiento de cantar en la ducha o ver partidos de San Lorenzo, Racing, Boca haciéndote la que entendés cuando apenas si podés recordar cuál es el arco del equipo por el que tendrías que hinchar.
 Cheesy I know. Entonces llego a mi situación actual: veo chick flicks. Las cuales son básicamente películas donde el amor triunfa.
 Y me repito a mi misma: "El amor triunfa". Y entonces mi asociación libre fuera de entrenamiento por el receso veraniego de mi psicóloga agrega: "Polleras nuevas". De alguna manera tiene un poco más de sentido procesado en silencio en mi cabeza. Es en estos momentos en los que agradezco que mi diploma de honor no sea retornable.
 Focalizando. Empiezo a darme cuenta que por lo general la mayoría de estas películas gira en torno a personajes femeninos. Intuyo que es porque tenemos muchas más reglas y códigos que los hombres a la hora de relacionarnos. ¿Ergo? Complicamos la trama.
 Por ejemplo ahora estoy viendo la historia de dos amigas. Sí, puedo verla y postear a la vez. Aparentemente lo que carezco de asociación libre fructífera y ahorrativa, lo compenso con mi capacidad de multitask.
 En fin, en esta película una de las protagonistas está enamorada de un hombre y pierde su oportunidad por lenta y miedosa. Long story short: Su amiga se queda con el chico, porque la otra no supo lo que quería cuando la ocasión era indicada. A la larga la enamorada original se queda con el protagonista porque aparentemente hay un código que dice que si te gustó primero y "cantaste"podés tener al chico eternamente en carpeta.
 A veces me pregunto si estas chick flicks sacan códigos de la vida real, o si nosotras sacamos códigos de las chick flicks. ¿¿Por qué si tenemos la misma pollera, tenemos que mensajearnos para no quemarnos?? Tal vez por la misma razón por la que si nos llama la atención alguien tenemos que marcarlo y neutralizarlo para las demás.
 A veces el plan B de alguien más, puede ser el plan A de otro. Pero estos planes suelen quedar en borrador cuando el blanco está marcado por alguno de estos códigos. Y básicamente eso aprendí de esta película: Lo que está marcado, solo puede tomarse prestado. O algo así....Bueno, no aprendí nada.

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