jueves, 30 de octubre de 2014

Let the broken pieces go.

 A veces me pregunto si es posible estar en conexión con uno mismo 24 x 7. Supongo que lo que cuestiono en el fondo es cómo es posible estar tan desconectado de uno. ¿Cómo llegamos a esos momentos?
 Es como cuando estás en plena clase de stretching, rodeada de viejas gimnastas y hombres con más flexibilidad que un flota flota y, en pleno estiramiento, conocés un músculo que ni sabías que existía. Tenemos más músculos, huesos y articulaciones de los que creemos. Tenemos más pelo del que podemos contar, más lunares de los que podemos ver y órganos que ni sabemos para qué están. ¿Para qué sirve el apéndice? ¿Cuántas células necesitamos? ¿Cuántos litros de sangre circulan por nosotros? ¿Por qué las uñas están donde están? ¿Necesito tantos músculos? No dudaría ni dos segundos en permutar algunos por carteras. 
 Nuestra cabeza no es diferente, después de todo está (des)conectada a un cuerpo. Tenemos más representaciones de las que podemos manejar concientemente, algunas tan guardadas que nunca tuvieron su propia escena. 
 Y, mientras estiro un músculo cuyo nombre no conozco, con  una cinta elástica que no sé para qué está y me pregunto cómo es posible convivir con algo que no sabía existía; pienso en la analogía entre este descubrimiento fisiológico y la mente (Y en un alfajor triple de dulce de leche). 
 Sé que es verdad, sé que la mente guarda "músculos" de los que no sabemos ¿Alguna vez dijeron algo que no planearon? No solo que no planearon, algo que no sabían pensaban, que no saben de dónde salió. Una de esas frases que pasan desapercibidas ante el público corriente, pero nos deja sorprendidos de nosotros mismos. Un festín para los psicólogos a nuestro alrededor; una sensación de que hablara alguien ajeno, mostrándonos algo de nosotros que no podemos ver a voluntad. 
 Llegamos al mundo sin conocernos. Miramos una mano y alguien nos dice lo que es, nos miramos al espejo y nos dicen nuestro nombre. Pero no terminamos de conocernos nunca. Tantos músculos y articulaciones que solamente sentimos si ejercitamos. 
 ¿Qué conocemos? Conocemos lo que sentimos, lo que nos muestran. No vemos toda la temporada de Ayres, conocemos lo que aparece en el Look Book. ¿Cómo vemos el depósito?
 Hay cosas de nosotros mismos, que nunca vamos a conocer. Nunca vamos a poder vernos la espalda, adentro de la oreja o el corazón. Lo vemos a través de la óptica de alguien/algo más. 
 Yo conozco la espalda de alguien que nunca va a poder verla, y esa persona conoce la espalda que yo nunca voy a poder mirar. Me pregunto entonces si siempre me va a faltar algo, que alguien más me puede dar. 
 Y mientras ejercito este "músculo" al que nunca le había prestado atención, del que no sé el nombre y el cual ni siquiera me molestaba; pienso. Pienso en lo que los otros dicen, sin saber que lo dicen; pienso en lo que debo decir, sin percatarme de esa parte de mi que trata de conectarse. Pienso en que quisiera entrar al depósito de Ayres porque el Look Book SS 2015 no me gustó tanto y quisiera ver qué más hay. Pienso en cómo es posible que existan músculos que no hacen ruido a nuestra existencia. 
 Nos vivimos centrando en lo que hace ruido, lo que molesta o no sale de escena. ¿Cómo puede ser que esté centrada en cicatrices de batallas que nadie ganó, en vez de prestar atención a estos "músculos" que todavía no marcaron el cuerpo?
 "¿Te acordás el otro día cuando dijiste ......?" "NO, ¿Yo dije eso?" "Sí. Más de una vez". Supongo que mañana le tendré que decir a mi cita semanal lo que descubrí. Descubrí que mis defensas maníacas me permitieron sobrevivir un "heart shaped wreckage", a costa de desconectarme de algunos "músculos". Pero, si stretching puede conectarme al cuerpo; debe haber algo que pueda conectarme al desorden de algunas piezas rotas, para dejarlas ir y conocer las piezas nuevas.
 Mientras tanto, me conformo con conocer la segunda parte de la temporada de Ayres y volverme una persona más flexible...metafóricamente hablando. Y miro este heart shaped wreckage que, como un músculo sin óxigeno, no sirve para nada. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Jaque al Rey...

            Hace tiempo empecé a experimentar una sensación. De esas que nacen del medio del esternón y te contraen como si fueras a echar...