lunes, 9 de septiembre de 2013

Did you understand that?

 ¿Y para qué están las amigas si no es para abaratar los costos terapéuticos?
 Eso es lo que siento hoy, y por eso decidí plasmarlo en mi decoración. Porque, no solo son más baratas que mi psicóloga; sino que se visten mejor, me acompañan al super y me hacen reir en situaciones extremas.
 Hace siete años, donde yo comenzaba una historia, mis amigas terminaban otras. Y en un blog un poco menos real y algo más rosa, pensaba en las máximas de los primeros pasos en el turbulento ingreso a la soltería.
 Porque, seamos sinceras, no se trata de una entrada triunfal. Es como cuando empezás primer grado. Tu mamá te habló de cómo ibas a dejar de jugar a las barbies todo el día mientras pretendías aprender. Te dijeron que ibas a sentarte en un pupitre disfrazada con un jumper a cuadrillé mientras una señora con cara de mala te iba a obligar a escribir en cursiva. Pero ¿estabas preparada? 
 No. No estabas preparada. Y la decoración del salón constaba de cartelitos con letras y números adornados con barbies y autitos. Como si eso hiciera el camino más transitable y la nueva vida más progresiva. ¿A quién engañaban?
 Bueno, esto es lo mismo. Es hora de cambiar el juego, pero la transición paulatina nos confunde. 
 ¿Por qué? Bueno, no es mi caso, pero escucho que es porque algunas personas no saben cómo borrar un número de celular. ¿Y entonces?
 Entonces es hora de repetir un post de siete años atrás, pero con un poco menos de color rosa y un poco más de sabiduría. Bueno, sabiduría es una forma de decir. En realidad se trata de fogueo.
 Y en esta transición hay varios enemigos. Porque inevitablemente es hora de volver a las pistas donde, créanme, Cupido es su última preocupación.
 Van a entrar con la energía de las ilusiones de Disney y la fantasía de JLo, pero cuando se acerquen las 12, (Que por alguna extraña razón en esta historia son las 4.38 AM hasta que nos demos cuenta de que podríamos empezar la movida más temprano y get some beauty sleep); y no hayan encontrado entretenimiento digno, van a sucumbir.
 Sus enemigos son básicamente dos (Bueno, tres si se pusieron tacos incómodos): Campari y Celular.
 Campari: All defenses GONE. Los pocos diques psíquicos que construimos para mantenernos dignamente alejadas del tropiezo, caen. ¿Y entonces? La soledad se mezcla con una falsa idealización y la estima propia se vende a una ilusión que caducó más rápido que el verde manzana en 1998.
 Celular: Sí...Porque siete años atrás, cuando lo único que existían eran Nokias con pixeles negros cual Tamagochi, este medio de comunicación ya era el peor enemigo de la superación amorosa. 
 Claro que hace siete años no existía esta hiperconexión desgarrante donde existimos no solo físicamente, sino en inmensidad de redes sociales. No existía es stalkeo tan descarado y si queríamos enviar mensajes subliminales no podíamos hacerlo en Facebook, solo quedaba pagar un pasacalles. 
 Pero el Celular, es el paradigma de la ambivalencia. Porque así como podemos estarle eternamente agradecidas a la conexión que nos regala, también nos puede desestabilizar.
 Y se unen. Campari+Blackberry, Blackberry+Campari. Y en una batalla difícil de ganar, contestamos o mandamos un mensaje.
 Y sin esta combinación, la reacción ante la noticia ajena probablemente sería de ira desmedida, confusión y algún tipo de grito al aire. Tardaríamos horas en decidir si contestar, y más tiempo todavía en armar una frase distante y airosa. Eso último en caso de elegir reportarnos, obvio.
 Pero con el combo C+B, las cosas se despliegan más rápido y fugaz que la carrera de Aaron Carter. Porque no pensamos, penamos. Y nos olvidamos que a las 3 AM cualquier contacto es indefectiblemente un "Booty Call" o un rótulo inequívoco de "Loser´s Land".
 A veces pienso que sería más fácil vivir en la era de "Orgullo y prejuicio". Porque el proceso de contacto era tan tedioso que el 97% de las mujeres renunciaría ante la cansadora tarea de: Buscar papel, buscar tinta, buscar pluma, buscar sobre, hacer que todas las frases rimen, corregir la ortografía, corregir la caligrafía, ir a un pueblo, buscar un cartero y esperar dos meses a que la carta llegue. 
 La tecnología avanzó años luz pero, aparentemente, las relaciones no. Así que mis consejos siguen siendo los mismos. No se asusten, no voy a tachar el campari, soy humana. Simplemente aférrense a una decisión, o pásenle el Black a una amiga y búsquense un Samsung por el resto de la noche.
 Porque, créanme, cuando se despierten al otro día con el pelo pegado a la cara y vayan por su primer trago de coca light...Se van a arrepentir. 
 Y si van a contestar, que el trasfondo sea algo así como: (VACIO)...pero que el significado sea algo así como: "Hit the road Jack. DID YOU UNDERSTAND THAT?"

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