miércoles, 15 de mayo de 2013

Otoño Suave

Alguien me preguntó qué deportes practiqué a lo largo de mi vida. La realidad es que nunca me caractericé por ser Sporty Spice, y no porque no tenga la genética (Bueno, tal vez no la tengo), pero porque nunca pude mantener en el tiempo la pasión por la actividad.
Danza, Gimnasia artística, equitación, dos clases de tennis, natación, zapateo americano, step, hockey, vóley. Tal vez haya tirado a la basura potencial olímpico, nunca lo sabremos.
Mi carrera como actriz murió en un año de teatro, y lo mismo pasó con mis cuerdas vocales. Tengo una guitarra que nunca conoció más de cinco acordes y creo que si pudiera hablar me pediría autodestruirse.
Mi terapeuta solía relacionar mi desilusión con las actividades, con mi exigencia y perfeccionismo. Seguramente sea verdad, pero prefiero quedarme con lo que me dijo mi profesora de  imagen personal una vez: Eclecticismo.
Y esto me lleva a la única actividad que, por más que quiera, empiezo a pensar que nunca voy a poder abandonar. Algunos lo llaman shopping, yo lo llamo restauración profunda del alma.
Hace ya muchos años, tomé un curso intensivo de imagen personal donde la profesora se tomaba el tiempo de charlar y “analizar” nuestros estilos. 
Algunas eran sofisticadas, otras más casuales, otras formales; ¿yo? Ecléctica. Creo que es cierto, y no porque mi placard hable por mi; sino porque la imagen también puede llegar a proyectar parte de lo que somos.
Calzas, chupines, oxfords, polleras, minis, shorts; camisas, remeras,tops; blazers, sacos, tapados, camperas, pieles; fluor, gris, verde, rosa. You name it, I wear it. Tengo muy pocas reglas: NO al pantalón de jogging hasta los 80, NO al jean con jean, más vale sugerir que mostrar todo y los Oxford TIENEN que tapar los zapatos.
Muchas veces cuando paso por una vidriera me pregunto a mi misma por qué no me gusta coleccionar algo más accesible económicamente y que ocupe menos espacio. Ser acumuladora obsesiva de micropartículas o algo así.
Sea como sea, lo único que ese curso me dejó fue la definición de mi placard y el concepto de que la cartera “es como el sol”: Se achica en la medida que pasan las horas.
¿Mi reflexión profunda? La moda puede ser un medio de expresión, cuando logramos que algo de nuestra personalidad emane a través de nuestro estilo.
Así y todo, siempre hay lugar para equivocaciones. Mi paleta de colores es “Otoño suave”, pero ni eso me salvó de los colores fluorescentes de esta temporada.

2 comentarios:

  1. dos clases de tenis???!!! JAJAJAJAJAJAJAJA

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  2. PUSISTE EN PALABRAS TODO LO QUE SIENTO!! GRACIAS!!!

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