Danza, Gimnasia artística, equitación, dos clases de tennis,
natación, zapateo americano, step, hockey, vóley. Tal vez haya tirado a la
basura potencial olímpico, nunca lo sabremos.
Mi carrera como actriz murió en un año de teatro, y lo mismo
pasó con mis cuerdas vocales. Tengo una guitarra que nunca conoció más de cinco
acordes y creo que si pudiera hablar me pediría autodestruirse.
Mi terapeuta solía relacionar mi desilusión con las
actividades, con mi exigencia y perfeccionismo. Seguramente sea verdad, pero
prefiero quedarme con lo que me dijo mi profesora de imagen personal una vez: Eclecticismo.
Y esto me lleva a la única actividad que, por más que
quiera, empiezo a pensar que nunca voy a poder abandonar. Algunos lo llaman
shopping, yo lo llamo restauración profunda del alma.
Hace ya muchos años, tomé un curso intensivo de imagen
personal donde la profesora se tomaba el tiempo de charlar y “analizar” nuestros
estilos.
Algunas eran sofisticadas, otras más casuales, otras
formales; ¿yo? Ecléctica. Creo que es cierto, y no porque mi placard hable por
mi; sino porque la imagen también puede llegar a proyectar parte de lo que
somos.
Calzas, chupines, oxfords, polleras, minis, shorts; camisas,
remeras,tops; blazers, sacos, tapados, camperas, pieles; fluor, gris, verde,
rosa. You name it, I wear it. Tengo
muy pocas reglas: NO al pantalón de jogging hasta los 80, NO al jean con jean,
más vale sugerir que mostrar todo y los Oxford TIENEN que tapar los zapatos.
Muchas veces cuando paso por una vidriera me pregunto a mi
misma por qué no me gusta coleccionar algo más accesible económicamente y que
ocupe menos espacio. Ser acumuladora obsesiva de micropartículas o algo así.
Sea como sea, lo único que ese curso me dejó fue la
definición de mi placard y el concepto de que la cartera “es como el sol”: Se
achica en la medida que pasan las horas.
¿Mi reflexión profunda? La moda puede ser un medio de
expresión, cuando logramos que algo de nuestra personalidad emane a través de
nuestro estilo.
Así y todo, siempre hay lugar para equivocaciones. Mi paleta
de colores es “Otoño suave”, pero ni eso me salvó de los colores fluorescentes
de esta temporada.
dos clases de tenis???!!! JAJAJAJAJAJAJAJA
ResponderEliminarPUSISTE EN PALABRAS TODO LO QUE SIENTO!! GRACIAS!!!
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