domingo, 23 de junio de 2013

One of these days these boots are gonna walk all over you.

El otro día mientras caminaba al trabajo sobre zapatos divinos de una diseñadora joven con plataformas de madera, pensaba: "Algunos zapatos se hicieron para caminar solo un par de cuadras". Y, al tiempo que todos mis sentidos estaban atentos a los desperfectos de las nuevas obras en la Ciudad, reflexionaba sobre la moda.
Cuando caminamos sobre outfits incómodos, pero llenos de Glamour, el secreto es mentalizarse. Hay que mentirse a una misma por un rato y pensar que estamos andando sobre las pantuflas más cómodas del mundo. Es la clave para transmitir confianza sobre esas plataformas que en nada se adaptan al asfalto del camino.
Como los zapatos, algunas personas también se hicieron para acompañarnos solo por algunas cuadras. Son accesorios perfectos para ocasiones aisladas y que solo sacamos del placard en momentos vacíos. Son gente que también requiere de mentalizarnos para que nuestra confianza no se quiebre.
Así y todo, soy partidaria de que la moda no tiene que incomodar. Esto no significa que a veces no saquemos a pasear esos items que fueron producto de un capricho consumista.
Lo importante es tener en mente la finitud del uso de lo incómodo. Es que existen zapatos divinos con zuelas adaptables al camino. Zapatos que sujetan bien los pies al mismo tiempo que te dan la altitud y look perfecto. Esos son "keepers". Se entrelazan con los conjuntos que transmiten lo que una es, y generan un valor agregado al resultado total.
Los rebounds suelen ser plataformas de madera. Son ruidosos, lindos y dan falsa confianza. En el camino hay que prestar atención a los encuentros con esos otros zapatos que complementan y no hacen tropezar.
Es como comparar un jean de calce perfecto con uno de estampado estrafalario. Se trata de lo que pasa de moda, y lo que perdura. Por más que las tendencias se reciclen y vuelvan, no se puede vivir la vida pendiente de un ciclo. Hay que separar lo vintage y eterno, de la mercancía de feria americana.
Ayer, mientras veía "What´s your number" (Aunque prefiero decir: Ayer mientras tenía una cita con Chris Evans), hice insight sobre la tendencia de algunas personas a buscar respuestas en relaciones pasadas.
La trama de esta chic flick es la siguiente: Una chica lee una nota de una revista Cosmo wannabe (Muy informativa como siempre), donde las mujeres que se acostaron con más de 20 hombres están destinadas a no encontrar el amor. La protagonista, al filo de ese número, decide buscar a todos sus ex. No quiere aumentar el número porque eso la destinaría a ser una solterona, pero no quiere perder el amor. ¿Entonces?. Piensa que uno de ellos tiene que ser "the one".
La moraleja de la película es que lo que dejaste ir, hay que cerrarlo. Y, si tenemos suerte como la protagonista, "the one" termina siendo un bohemio con cuerpo de modelo de ropa interior de Calvin Klein y sonrisa perfecta, en forma de Chris Evans.
Si Joan Rivers estuviera acá y les preguntara sobre sus relaciones pasadas que guardan en el placard: "Stash it or trash it???". ¿Qué dirían?. Porque yo estoy pensando seriamente en darle mis plataformas de madera.

1 comentario:

Jaque al Rey...

            Hace tiempo empecé a experimentar una sensación. De esas que nacen del medio del esternón y te contraen como si fueras a echar...